Cuando niña disfrutaba del cariño de mi madre
Cuando muchacha, en el vigor de la vida, el mundo me sonrió y descubrí la libertad...
Esposa,dividi mis sueños con mi marido...en vano...
Ya madre, mis hijos se volvieron mi mundo, mi vida.
Cuando mis hijos crecieron, volví a la libertad...
Europa! dos años y ocho meses!
Pero la suerte es muy bellaca... acá otra vez!
Hoy, mis días y mis horas son así:
Me levanto temprano, con el sol, me ducho, como algo ligero y empiezo a preparar las comidas y los medicamentospara mi padre enfermo...
Después estudio, escucho música, leo, hago las tareas de casa(que son muchas!)...voy a la facultad, y me acuesto.
Los fines de semana, salgo con mis amigos o sola a ver películas, teatro, bailar, en fin, un regreso a la vida llena de fuerza y alegría.
Creo en mi fuerza interior que me empuja hacia al futuro, porque amo la vida!
Y así pasan los años, los meses, los días, las horas...
sábado, 19 de septiembre de 2009
domingo, 13 de septiembre de 2009
Autorretrato
Tengo la piel morena como la miel
Ojos castaños, almendrados como una avellana
Nariz respingona como la punta de una flecha
Pelo negro, largo y rizado como la graúna
Cejas pobladas, negras como la noche
Mis labios rosas, espesos, tienen la suavidad de la mañana.
Soy baja, delgada como una pluma
Inteligente, franca y simpática
Pero si me hieren el corazón,
Me trasformo,
Y como el águila busco en vuelo liberarme....
Ojos castaños, almendrados como una avellana
Nariz respingona como la punta de una flecha
Pelo negro, largo y rizado como la graúna
Cejas pobladas, negras como la noche
Mis labios rosas, espesos, tienen la suavidad de la mañana.
Soy baja, delgada como una pluma
Inteligente, franca y simpática
Pero si me hieren el corazón,
Me trasformo,
Y como el águila busco en vuelo liberarme....
martes, 8 de septiembre de 2009
Poesia
Espiritu Joven
Héctor Torres
En el frontis de mi espiritu joven
se anuncia nostálgico el otoño
viene volando con su música amarilla
profiriendo con ternura su amenaza
otea la fronda vital de mi vida
que acuna los sueños de mi infancia.
Viene como una red batiendo los espacios
llega como un rayo cortejando mi agonia
de ostentoso pasado me fumiga
en la altiva atalaya de mís días
viene descoronar la primavera
y resbala sus nieves por mis sienes
Reciclo mis dolores y los trasformo
como el brillo del sol y el agua
en la tostada copa de la espiga,
en el corazón del trueno,
o en el sino del relámpago.
Es verdad que alvecés siento miedo
doy vueltas como una ave enloquecida
qué su alma se ha quebrado en pleno vuelo
y me roza el frío del silencio
sobre la luna del espejo que me escarcha.
penetra en el cieno del crepúsculo
y me quema el aire que respiro
me persigue como sombra de fantasma
oculto entre las grietas de la noche.
me revelo , resisto, tonifico los bríos
de mi viaje.
hago trampas a la noche y al insomnio
alzo mi frente como espada,
energizo el eco de mis pasos
que me alienta con furias esta calma.
En el ultimo respiro me repongo
me dispongo en soldado voluntario
con mi arma de jardín voy disparando
todas las flores que sean necesarias.
Voy brincado con las olas en su cresta
acaricio en mil sueños mis anhelos
me fugo en los brazos de la brisa
y en el fértil de los valles amanezco
como pulso de un canto renovado
como alba larvado un nuevo día.
Yo renuncio a ser sumiso
me revelo a sus designios
me bato contra las garras del olvido
y vivo en el combate esta batalla
mi ser de harina polen aun florece
y se niega a la paz de los jardines
se viste con el alma de los veinte
se encrispa como araña de cuchillos
y escapa hacia la cumbre como un vuelo.
Héctor Torres
En el frontis de mi espiritu joven
se anuncia nostálgico el otoño
viene volando con su música amarilla
profiriendo con ternura su amenaza
otea la fronda vital de mi vida
que acuna los sueños de mi infancia.
Viene como una red batiendo los espacios
llega como un rayo cortejando mi agonia
de ostentoso pasado me fumiga
en la altiva atalaya de mís días
viene descoronar la primavera
y resbala sus nieves por mis sienes
Reciclo mis dolores y los trasformo
como el brillo del sol y el agua
en la tostada copa de la espiga,
en el corazón del trueno,
o en el sino del relámpago.
Es verdad que alvecés siento miedo
doy vueltas como una ave enloquecida
qué su alma se ha quebrado en pleno vuelo
y me roza el frío del silencio
sobre la luna del espejo que me escarcha.
penetra en el cieno del crepúsculo
y me quema el aire que respiro
me persigue como sombra de fantasma
oculto entre las grietas de la noche.
me revelo , resisto, tonifico los bríos
de mi viaje.
hago trampas a la noche y al insomnio
alzo mi frente como espada,
energizo el eco de mis pasos
que me alienta con furias esta calma.
En el ultimo respiro me repongo
me dispongo en soldado voluntario
con mi arma de jardín voy disparando
todas las flores que sean necesarias.
Voy brincado con las olas en su cresta
acaricio en mil sueños mis anhelos
me fugo en los brazos de la brisa
y en el fértil de los valles amanezco
como pulso de un canto renovado
como alba larvado un nuevo día.
Yo renuncio a ser sumiso
me revelo a sus designios
me bato contra las garras del olvido
y vivo en el combate esta batalla
mi ser de harina polen aun florece
y se niega a la paz de los jardines
se viste con el alma de los veinte
se encrispa como araña de cuchillos
y escapa hacia la cumbre como un vuelo.
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